Cuando pensamos en la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, estamos hablando de inteligencia emocional.
Ahora bien, cuando la aplicamos a la forma en la que nos comunicamos, hablamos de inteligencia emocional aplicada a la comunicación. Para que nuestra comunicación sea efectiva, es importante contar con ciertas herramientas para lograr fluidez y entendimiento.
Cuando estamos en un entorno laboral y de negocios podemos estar sometidos a cierto grado de presión. Y la presión puede afectar mucho nuestras relaciones interpersonales.
La emoción puede ser nuestra aliada
Es importante, en principio, tener registro de las propias reacciones y actitudes con respecto a los demás para que logremos aliarnos con la forma en quenos sentimos y aprovecharla. Aquí algunos aspectos importantes:
>Registrar cómo nos sentimos frente a las personas y los entornos.
>Aprender a comprender y responder adecuadamente.
>Esperar y tomarnos el tiempo para pensar esas respuestas.
>Evitar desbordes.
>Desarrollar la empatía.
>Intentar siempre responder desde la amabilidad.
Desarrollar la habilidad de comprender y responder adecuadamente a las propuestas de los demás nos permite establecer conexiones más profundas y significativas con colegas, clientes y socios comerciales. Nuestra comunicación logrará llegar a buen puerto, lo que a su vez nos ayudará eventualmente a resolver conflictos y establecer relaciones laborales más sólidas y colaborativas.
Otro rasgo importante de la inteligencia emocional aplicada a la comunicación es el desarrollo de habilidades de liderazgo. Este carácter se evidencia en la capacidad para reconocer las necesidades y preocupaciones de las personas que nos rodean, permitiendo aplicar un abordaje más empático y a su vez, construir canales de comunicación más productivos.
Los líderes que cuentan con este atributo son capaces de inspirar y motivar a sus equipos de manera más elocuente, así trabajes con pocas o muchas personas, dirijas equipos o simplemente seas inspiración para otros.
¿Cómo afectan las emociones en las decisiones?
Las emociones influyen significativamente en nuestras elecciones y acciones. Quizás no siempre podamos ser 100% racionales, pero al menos, teniendo consciencia de cómo se comportan nuestras emociones, podemos desarrollar la capacidad de reacción para no vernos dominados por impulsos.
Desarrollar esta habilidad también es central a la hora de manejar momentos de estés: aprender a gestionarlo nos ayuda a manejar la presión y lograr sentirnos neutrales en momentos difíciles o adversos.
Para finalizar, diremos que la inteligencia emocional aplicada a la comunicación es un componente muy interesante y válido para desarrollar en el mundo de los negocios y de la todos los demás ámbitos de nuestra vida. Desde mejorar comunicación interpersonal, hasta impulsar el propio liderazgo,o desarrollar la toma de decisiones.
La propia conciencia sobre nuestras emociones es la piedra fundadora para lograr buenas relaciones con nuestro entorno. Su desarrollo nos llevará, sin dudas, a entendernos primero a nosotros mismos y luego al resto.
¿Eres de las personas que trabajan su inteligencia emocional? ¡Déjanos tu comentario más abajo!
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